Me tomó más tiempo y esfuerzo del que estimaba. Pero ya terminé la limpieza y reorganización de mi taller, ese espacio donde las ideas se vuelven concretas. Esta entrada está dedicada al muro de inspiración (moodboard) que es lo primero que ves cuando entras a la habitación. Todo lo que allí coloqué tiene una razón para estar y como bien dice la frase, para traerme inspiración.
Una mirada al muro en su totalidad. Es una pared pequeña. La mayoría son imágenes de revistas y fotos pegadas con washi tape. Voy a explicar en el orden de las manecillas del reloj.
- La foto de los vegigantes la encontré en internet. Es de un mural que se encuentra en la Playa de Ponce, lugar de donde soy oriunda. Dice “Ser playero es una gran bendición…” y cierto que lo es. Me recuerda estar orgullosa de mis raíces.
- La imagen de revista de una caja pintada con un pájaro tiene un significado muy especial. Es obra de la artista española Sara Landeta y es parte del proyecto Medicina como Metáfora. Sus palabras al calce de la foto dicen, “Hace unos años mi madre fue diagnosticada con cáncer. Fue un tiempo de incertidumbre y confusión. Para tener algo que hacer, comencé a pintar las cajas de las medicinas que ella necesitaba. De algún modo las puse en orden y les di un nuevo significado. Pinté en el interior una colección de pájaros porque los pájaros conectan la tierra con el aire. Para mi ellos simbolizan esperanza y libertad. Los pájaros siempre mantienen su deseo de volar”. No creo que tenga que explicar mucho porque me inspira tanto la obra y su historia. Para mi las grandes enseñanzas son que el arte sana las heridas y dolores que la medicina no puede curar y que no importa las circunstancias, la creatividad y el arte pueden realizarse con objetos del día a día.
- Debajo de la imagen de la revista que acabo de explicar hay un recorte de un catálogo. Esta muestra una obra de arte urbano en la calle Cerra en Santurce.
- La representación de Frida es porque Frida siempre, siempre inspira.
- Debajo del aro de bordar está una obra de Soso Acuarelas. Tiene palabras recortadas de un libro, un poema encontrado.
- Las fotos en el tendedero fueron impresas en Artifact Uprising. La mayoría son fotos de mi cuenta en Instagram. Hay imágenes del uptown de Greenville, de mi visita a Charlotte, de losa criolla de un restaurante en Ponce y de la playa de Espinar en Aguada. Pedazos de lugares que me traen musa al momento de crear.
- La próxima imagen es de una revista que muestra un diario ya un poco maltratado por el tiempo. Es obra de Cat Baker cuando tenía catorce años, en 1985. Me recuerda la rebeldía y la libertad creativa de la adolescencia, algo que no quisiera nunca perder.
- La ilustración en tonos violeta y amarillo tiene un mensaje que me cautivó, “Las flores no nacen hasta que tu sonríes”. Podemos cambiar las circunstancias con una sonrisa, con optimismo. No tengo que esperar a que todo este florecido y marche en perfecto orden para sonreír. Es mi sonrisa la que puede cambiarlo todo.
- Esto es una mirada de cerca a algunas páginas del libro Ni Arte Ni Aparte (1981), del genio caricaturista Quino, creador de Mafalda. Este y otros libros de él fueron un regalo que me hicieron y atesoro en gran manera. Este muestra en la forma tan particular de Quino, la crítica a las manifestaciones artísticas como la música, la literatura, la pintura, etc. Esta caricatura es sobre pintura y presenta un artista mostrando su obra. Los críticos comienzan a elogiarlo y le dicen, ¡Lo felicito, usted tiene la magia de Chagall!, ¡La poesía de Renoir!, ¡El Vigor de Van Gogh!, ¡La libertad de Picasso!, ¡La fineza de Modigliani!… Pero lejos de hacer sentir bien al artista cuando lo comparan con los grandes maestros, se ve un en su rostro un gran pesar y la frase ¡Yo quería ser YO!. Lo cierto es que no importa las influencias que uno pueda tener, ahora con el internet y Pinterest brindando tanta información, no debo olvidar que lo más que aprecio es ser YO en todo lo que hago.
- Por último, pero no menos importante está este aro de bordar. Este hermoso florero bordado en tonos brillantes es parte de un traje que le regalé a Mami en mi primer viaje a México en el ’99. Le gustaba mucho y lo usaba con bastante frecuencia. La tela está un poco desgastada y maltratada por las lavadas, pero para mi es un recuerdo alegre y colorido de ella.
A excepción del aro de bordar, las demás piezas pienso cambiarlas con el tiempo. La inspiración se renueva, es un proceso constante. Este es un pedazo de mi taller que espero muy pronto mostrar por este espacio, ahora que está ordenado. Tengo que apurarme a tomar las fotos antes de que me ponga a hacer los regueros que tanto me gustan.
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