Quería llevarme todos y cada uno de esos hermosos pañuelos vintage. T O D I T O S. La forma en que los mostraron también me encantó. Pero como no pude escoger ninguno, porque o era todo o nada, decidí tan solo tomar una foto… Una de muchas que tomé en Asheville, ciudad mega-cool de Carolina del Norte y que tuve la oportunidad de conocer un poco hace unas cuantas semanas.
He dividido esta entrada en dos partes, pues son muchas las fotos y las pequeñas historias que quiero contar. Esta primera parte va dedicada al downtown y algunos de los lugares que allí visité.
Asheville es arte, muuuucho arte. Hay galerías por doquier, estudios, museos, estatuas y murales de arte urbano. También es un paraíso culinario, pues los restaurantes son en su mayoría locales independientes que preparan sus platos con la cosecha local y/o orgánica. Siempre cuentan con opciones para los que llevan dieta vegetariana o gluten free y por supuesto gran variedad de cerveza artesanal. Muchos de los negocios eran pet friendly, e inclusive observé algunos que tenían agua o hasta galletas en la entrada para los caninos. El paso es bien tranquilo, muchos de los comercios abren después de las once o luego del mediodía. Puedes ver que en general hay mucho énfasis en todo lo que es arte, comer bien y saludable, en actividades al aire libre, en reciclar/rehusar, en las antigüedades… ¿Ahora me entiendes porque digo que Asheville es una ciudad mega-cool?
Una puerta tan linda invita a entrar. Una pena que todavía no estuviera abierto el local.
Fachada de un restaurante decorado con utensilios de cocina usados.
Puedes observar en las calles artistas ofreciendo su talento. Lo usual es que comienzan sus actuaciones entrada la tarde. Pero estos que ves aquí tuve el privilegio de escucharlos un poco más temprano. Son muy talentosos. Una amiga mía había leído sobre ellos y me comentó al respecto. La señora de la izquierda toca con sus manos un instrumento hecho de cucharas, mientras con sus pies toca unas campanas haciendo una hermosa melodía. El del medio también toca varios instrumentos y el guitarrista es la voz. Fue bien grato poder apreciar la música realizada de forma tan original.
Por el nombre creo que este edificio, que ocupa gran parte de una cuadra es lo que antiguamente se conocía como un 5 y 10… Pero ahora está transformado en una hermosa galería de dos pisos donde puedes encontrar los objetos más bellos y fascinantes.
El ottoman hecho de una maleta, la silla hecha con correas… son muestras de cuando el arte y el concepto de rehusar se unen y definen belleza y funcionalidad. También puedes encontrar antigüedades y cuadros coloridos, como los de homenaje a los Beatles.
A continuación te presento el histórico edificio Grove Arcade. Una verdadera joya arquitectónica. El mismo tiene una larga historia pues llegó entre otras cosas, a ser utilizado por el gobierno federal y también fueron las oficinas principales del National Climatic Data Center. Luego de estar cerrado al público por mucho tiempo fue restaurado y hoy en día el primer piso cuenta con grandes atracciones como galerías, restaurantes, tiendas y hasta un pequeño mercado. Del segundo al quinto piso lo ocupan oficinas y apartamentos muy lujosos.
Para continuar el recorrido entré a Laughing Mask Candies, una tienda de dulces que me ofreció la azúcar necesaria para recargar energías.
¿Qué es lo primero que veo cuando entro? Pues ARTE. Es que es Asheville y el arte va a estar en todos lados, hasta en las tiendas de dulces.
David Bowie no podía faltar.
Mi sorpresa fue cuando vi dulces que hacia siglos no veía… Me transporté a mi niñez. Me llevé Mary Jane y los saboreé con algo de nostalgia.
También podías preparar tu propio dulce utilizando polvos de diferentes sabores (como el de los dulces Fun Dip). En la foto la colorida creación de mi chico.
No podía faltar la visita a locales de antigüedades. Este que fui es inmenso y bien organizado.
Al igual que los pañuelos del principio, quería todos los tapetes, las toallas y demás encajes y bordados con todo y tendedero. Me llevé unos cuantos para usarlos en los art journals que preparo. Algunos de los cuales puedes ver aquí.
Buscando en el mismo lugar me tropiezo con este tesoro. Es un disco de José Feliciano. Todas las canciones del LP son en inglés excepto la primera, Amor Jíbaro. Al igual que la foto, la grabación de esta fue cuando el gran músico de Lares tenía apenas diez años.
Para concluir no puedo olvidar la plancha… El famoso edificio y la plancha son un gran símbolo de la ciudad y todo el que pasa quiere una foto allí.
Hasta aquí la primera parte de mi visita a Asheville. Queda pendiente la hermosa mansión de la familia Vanderbilt, Biltmore Estate, el arte urbano el cual fue mucho y bien variado y todavía más arte. Por esto y muchas razones más puedo decir que quedé bien fascinada con Asheville, ciudad mega-cool.
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