Este álbum más que una compilación de fotos es un breve recuento de un año intenso. Sí, el 2015 fue un año intenso. Aunque me gusta el scrapbooking tengo que ser realista. Hacer un álbum con más de 200 fotos en el más sencillo formato de scrapbooking requiere tiempo y yo quería ver las historias de mi adorado 2015 ya. Así que me decidí por un photoalbum.
En el mercado hay muchas ofertas e inclusive las hay más económicas. Pero escogí Artifact Uprising porque ya había probado la calidad de su impresión y me había encantado. Lo dividí por meses y fui recordando gratas memorias según escogía las fotos para el proyecto final. El tamaño es 11×8.25″, horizontal. La portada es en tela (hay siete colores para escoger) y el encuadernado es una de las cosas que más me gustó.
Podía acomodar de una a cuatro fotos por página. Pero en la mayoría incluí una o dos. Fue bien poco lo que escribí. Dejé que las fotos hablaran por sí solas. Pudiera decirse que es bien minimalista el estilo, y estoy bien contenta con el resultado. Nada de adornos, ni siquiera digitales.
Los paisajes se ven hermosos en este tamaño que seleccioné.
Pero hay que recordar que siempre hay espacio para los selfies.
También para los detalles, para la naturaleza.
Y las despedidas hay que recordarlas.
Igual que los nuevos comienzos y los retos.
Siempre que puedo trato de capturar la magia… Lo más que me gusta de esta foto es la expresión de la pequeña que parece querer ayudar a su hermano a soplar la vela.
También disfruto de guardar los momentos cotidianos, en los que no hay pose ni sonrisa.
Y las poses más curiosas también.
La alegría de ver un álbum en tus manos y poder apreciarlo con los tuyos, no tiene precio. Seguimos coleccionando memorias.
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