“Pintar es sólo otra forma de llevar un diario.” – Pablo Picasso
Cuando voy a trabajar en el estudio, no importa el humor en que me encuentre me gusta prender una vela con olor. A veces escucho música, aunque me parece que en ocasiones me distrae. También me gusta escuchar gente hablando. Escucho algún podcast o hasta emisoras AM de Puerto Rico. El diálogo entre otras personas me hace sentir acompañada, no importa si lo que se discuta sea de política.
Estas son algunas páginas de unos de mis journals. La verdad es que casi nunca tengo el tiempo para completar una. He descubierto que se puede ser creativo en los breves intervalos de tiempo libre que pueda tener durante el día. No siempre hay tiempo para prender la vela, ambientarse y que llegue la musa. Pero sí puedo poner un poquito de pintura aquí y allá, escribir las palabras que me inspiren en ese momento o recortar y pegar unos pedazos de papel en una esquina de la página. Trato de que la creatividad sea un hábito diario, no un hobby para cuando tenga tiempo y no quiera ver Netflix. Crear requiere no solo tiempo, también energía y estos recursos no son infinitos. Y aunque tenga menos de “una raya de batería” en mi organismo y solo tenga libre unos breves minutos al día, se siente tan bien cuando añado un poquito de color a una página de mi art journal o pego otro pedazo de papel al collage que lleva más de una semana y aún no termino. Me brinda más satisfacción ser constante y lograr ese hábito diario que hacer las cosas rápido.
Si te gusta pintar aprovecho para dejarte saber sobre estos ayudantes que hacen que todo sea fácil.
Primero, la protección para tus manos. La botella azul es una loción que sirve de barrera entre tu piel y la pintura. Nunca uso guantes de plásticos. Esta loción la tengo super accesible y aplicarla a mis manos es lo primero que hago cuanto voy a trabajar con pintura. La piel absorbe los químicos que aplicamos en ella. Aunque el acrílico, la tinta y la acuarela pueden que no hagan daño, contar con esta protección no está demás. También es más fácil remover la pintura de manos y uñas cuando lo usas antes de pintar. El otro frasco es un limpiador de brochas/pinceles. También viene en forma de barra de jabón. La tarea de limpiar brochas es más breve y menos fastidiosa con este producto. Ambos valen la pena. Los puedes conseguir en tiendas de arte, manualidades o web sites como Amazon.
Así luce el limpiador de brochas cuando ya se ha usado algo… pero todavía puede resistir un poco más. Solo mojas el pincel y lo frotas por el limpiador, enjuagas y ya.
Otro que es mi ayudante es el papel de cera o wax paper. El mismo papel de cera que se usa para la cocina. Compré una caja en el supermercado y es el sustituto de la paleta para colocar la pintura. ¡No tengo que lavar ninguna paleta! Además cuando ya parezca que no aguanta más pintura, con este mismo papel se puede hacer collages para una tarjeta, tag o hasta crear un background interesante y con textura en el mismo journal.
No esperes tener la tarde libre o la energía para correr un maratón para poner en uso tu creatividad. Ese minuto en lo que los demás miembros de la familia están viendo televisión, la ropa aún no ha salido de la lavadora, en vez de chequear por vigésima vez el teléfono, aprovecha y aplica un poquito de pintura y disfruta el proceso.
¿Tienes alguna rutina al momento de crear? Por favor déjame saber, siempre es bueno explorar lo que a otros les funciona. También busco recomendaciones para podcast.
“Mantén el arte vivo”. – Anónimo
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