“El problema es que te enamoraste de mis flores, no de mis raíces… Y cuando vino el otoño, no supiste que hacer.” Anónimo.
Creo que no lo había mencionado por aquí. Estoy de vuelta en la universidad, esta vez estudiando arte con una especialización en fotografía. Y aunque siempre me ha encantado el arte y la fotografía me apasiona, me tomó algún tiempo realizar que ya no es un pasatiempo, es algo que lo tomo muy en serio. Este semestre tuvimos un reto bien particular, deberíamos presentar al menos quince imágenes que representaran una analogía, metáfora o ironía. Podías inspirarte en poemas, canciones, refranes, experiencias vividas, etc. Yo opté por presentar una ironía, la gran ironía de “Build the Wall” o Construye el Muro y lo que esta frase encierra.
Esta soy yo aprovechando un momento la calma luego de Florence, para tomar una selfie en uno de los charcos cerca de mi casa. Luego de unos días de encierro me fui con mi cámara y celular a tomar fotos del reflejo de los árboles y nubes en los depósitos de agua que tenía cerca. Fue una terapia. Han sido días de estrés. Tengo que reconocer que tuve mucha suerte. Donde vivo no pasaron mayores incidentes. No es así para los pueblos vecinos en especial aquellos cerca de la costa. Y así como contemplo el reflejo de estos árboles que días antes los miraba con recelo pues para mí eran una amenaza a la seguridad de nuestro hogar, también reflexiono sobre el cariño de todos los que de una forma u otra me contactaron y me ofrecieron incondicional apoyo ante el peligro que representaba Florence.
La vi en innumerables ocasiones. Muchas, muchísimas más de las que pude capturar con mi lente. El símbolo por excelencia de nuestra Isla y que en un momento de nuestra historia fuese escondida y quien se atreviera a exhibirla pagaba con su libertad. Pues ahora está más presente que nunca. Esa fue algunas de las cosas que más me impresionó de mi reciente viaje a Puerto Rico este verano. El primero que hago luego que pasara la incontenible fuerza de María.