Fiesta de arte, eso es lo que para mi significó Santurce es Ley en esta su quinta edición (forma abreviada SEL5). Muralismo, arte callejero, galerías, música, cine, todas esas expresiones vistieron de gala a Santurce. El año pasado fue mi primera visita a este evento y hablé sobre ello aquí. Este vez quise ir entrada la tarde, para poder disfrutar de las actividades que se realizan de noche en la calle Cerra. Fiel creyente de que la mejor cámara es la que se lleva consigo en el momento, traté de capturar con mi celular algunas de las imágenes que se presentaron en mi recorrido. No retraté todo, ni pude verlo todo tampoco. Pero pude percibir el entusiasmo de todos los presentes por el arte y que hacen de Santurce es Ley una celebración súper especial.
Edificios y casas abandonadas cobran vida con brocha y pincel. La comunidad también dijo presente, no solo disfrutando de la fiesta. Fui testigo de cómo una organización brindaba ayuda a las personas sin hogar en este sector de la capital.
Un residente de Santurce nos dijo lo siguiente refiriéndose a los artistas que con su talento cambian el paisaje santurcino, “De ellos es la honra. Hombres y mujeres trabajando fuertemente día y noche. De ellos es la honra”. Tiene toda la razón. El crédito es para todo aquél que organizó, apoyó y con su arte aportó en este festival de arte independiente. Algunos de los artistas en plena gestión.
Esta obra en particular llamó mucho mi atención por el mensaje que trae. No se puede apreciar bien en la foto, pero el cargamento en las tres carabelas es dorado (pintura metálica simulando oro). El mar rojo y los cuerpos son la otra parte de la historia.
Las galerías son también parte de este evento. Exhibiciones que dieron mucho de que hablar dijeron presente en cada una de ellas.
Ya entrada la noche, la calle Cerra se llenó aún más con la algarabía y la gente que vino a disfrutar de esta demostración singular de arte colectivo. Esta última foto fue mi despedida de Santurce es Ley que cada año se pone mejor.
3 Comments
gracias..gracias..gracias
Siempre a la orden Margie.
Genial! A mí me encantó. Recuerdo que el año pasado no llegué a la Calle Cerra. Muy buen ambiente y mucho talento. Y las galerías en los camiones, otro éxito.