“Las calles son nuestras. ¡Que viva el arte en las calles!”. Así se despidió de una presentación uno de los personajes que nos entretuvieron en la segunda edición de Circo Fest. El año pasado no pude asistir, pero esta vez separé la fecha con anticipación para aunque fuera un ratito, poder disfrutar de tan particular evento.
No quiero que se vaya enero y dejar de comentar sobre las Fiestas de la calle San Sebastián. Como escuché a alguien decir, es la gran fiesta patronal de todo Puerto Rico. Muchas cosas buenas deben tener, pues más de medio millón de personas se dan cita al Viejo San Juan para festejar. No solo los boricuas, también turistas se unen a la algarabía que se forma durante todo un fin de semana.
Lo primero: algo nuevo. Estas Navidades que oficialmente se acabaron con la celebración de las Fiestas de la Calle San Sebastián, sirvieron para reflexionar sobre algunas cosas referente a Frambuesa y Tamarindo. Desde hace ya algún tiempo, he querido hacer cambios a este espacio (el blog) y próximamente se estrenarán algunas mejoras en esta plataforma. Aparte de los cambios en funcionalidad (para facilitar la comunicación e incluir otros medios), quiero traer nuevos temas, y esta entrada es uno de ellos.
Una buena amiga me lo recomendó y cuando leí la reseña, sin pensarlo dos veces se lo obsequié a mi hijo de regalo de cumpleaños.
Es Wonder la historia de August Pullman, un chico de diez años que nació con un rostro diferente (que algunos pudieran decir deforme) y una delicada condición de salud. Esto impidió que pudiera ir a la escuela en los primeros grados. Es justo cuando va para quinto, cuando la aventura comienza. Asiste por primera vez a un colegio y por ello se va a enfrentar con grandes retos. El va a aprender, y resulta que es él quién imparte las más grandes lecciones.
Mi amiga me dijo que quería que le hiciera un dream catcher para espantar las pesadillas. Yo le sugerí que mejor fuera a mi casa y lo hiciera ella conmigo. Tenía dos dream catcher sin terminar (solo la parte de arriba) que había encontrado en una tienda de antigüedades hace algún tiempo. Era el proyecto perfecto para pasar una tarde de domingo entre encajes, cintas, beads, y sobre todo creando con excelente compañía.